El director del INCAR-CSIC, Fernando Rubiera, ha explicado a Europa Press que, si bien el Instituto continúa trabajando con empresas relacionadas con el carbón, una parte “muy importante” de su labor, el 80%, ya no tiene nada que ver.
En este contexto, seis proyectos del Instituto han recibido el visto bueno del Ministerio de Ciencia e Innovación para ser financiados en el marco de las ayudas a proyectos de I+D+i 2020 en las modalidades de Retos de investigación y Generación de conocimiento.
La investigación que más cuantía recibirá es relativo a la producción de Hidrógeno verde a partir de residuos biomásicos. Los investigadores tratarán de reformar los residuos y, en un solo proceso, capturar el CO2, de manera que se genera hidrógeno verde. Para este proyecto, el Incar recibe 211.750 euros en tres anualidades. Este proyecto participa también en el programa de Misiones de la Consejería de Ciencia.
El segundo proyecto, también de tres anualidades, aborda el desarrollo de un nuevo reactor ‘Chemical Looping’ para almacenamiento y generación de energía libre de emisiones de dióxido de carbono. Para este proyecto el Ministerio otorga al Incar 176.660 euros. El proyecto busca paliar el inconveniente de la “intermitencia” de las energías renovables mediante su almacenamiento.
El tercero, con una cuantía de 170.610 euros en tres años, desarrollará materiales de carbono para el almacenamiento de energía en baterías de doble ion de sodio. Su objetivo, ha explicado Fernando Rubiera, es almacenar la energía reduciendo costes y tratando de sustituir otras baterías como las de litio, que es un “compuesto caro y cada vez con menos disponibilidad”.
El cuarto, de 143.990 euros y tres años, versa de la fabricación aditiva de estructuras tridimensionales de carbono poroso a partir de lactosuero, un subproducto de la industria lechera que, mediante técnicas de impresión 3D, puede servir para la fabricación de materiales de carbono poroso aplicables a la ingeniería de tejidos, la regeneración ósea y usos moleculares para la separación de gases.
En quinto lugar, con 96.800 euros a repartir en cuatro años, se encuentra un subproyecto que forma parte de los coordinados por la Universidad de Oviedo y el anterior rector, Santiago García Granda. Los investigadores desarrollarán “un nuevo concepto de microreactor” para el tratamiento de aguas. La intención es probarlo en la degradación del ibuprofeno en aguas residuales.
Por último, otro de los subproyectos coordinado por la institución académica ovetense tratará de elaborar espumas de carbono basadas en productos agrícolas para aplicaciones medioambientalmente sostenibles y el cuidado de la salud, que se aplicarán, por ejemplo, para la eliminación de compuestos químicos en el agua como el mercurio. El importe es similar al anterior y también tiene una duración de cuatro años.
En todos estos proyectos trabajan un total de 30 personas -22 mujeres y ocho hombres-. Once son investigadores principales, tres investigadores predoctorales y se han concedido dos contratos de Formación de Personal Investigador (FPI), vinculados a los proyectos de Hidrógeno verde y baterías de doble ion de Sodio.
Fuente: 20minutos.com