El peculiar diseño del Celera 500L hace que consuma un 80% menos de combustible que los aviones tradicionales. Ahora sus creadores quieren hacer una versión que vuele con hidrógeno
El pasado noviembre, la compañía aeronáutica tejana Otto Aviation completó con éxito las pruebas del prototipo a escala real de su Celera 500L, una peculiar aeronave con forma de balón de rugby que según sus creadores es el avión comercial más eficiente en uso combustible y el más rentable del mundo. Ahora Otto ha anunciado que va a actualizar el diseño y va a hacer una versión eléctrica de su avión que utilizará pilas de hidrógeno.
El prototipo del Celera 500L consume entre 13 y 9 litros de combustible por cada 100 km, un consumo comparable al de una furgoneta y mucho menor que el de un avión privado de características similares. Durante sus vuelos de prueba alcanzó los 400 kilómetros por ahora y los 15.000 pies de altura (4,5 kilómetros). Aunque Otto asegura que podría llegar a los 750 kilómetros hora con una autonomía de 8.334 kilómetros. Esto, dicen, le otorga una velocidad similar a la de otros aviones privados, pero con el doble de autonomía .
El avión es pequeño, el actual modelo tiene capacidad para que viajen seis pasajeros bien holgados, aunque la compañía ya está estudiando cómo ampliar su capacidad para el futuro.
El secreto de su eficiencia
El Celera 500L debe su poco consumo a este diseño ovalado que aprovecha al máximo el flujo laminar. “El flujo laminar es la solución de mínima resistencia para las superficies de las aeronaves y presenta capas suaves de flujo de aire con poca o ninguna mezcla de capas adyacentes”, explica la compañía. “El diseño del fuselaje del Celera aprovecha una relación óptima entre longitud y anchura para maximizar el flujo laminar”.
También cuenta con un eficiente motor de combustión de 550 caballos. Además, según Otto, el diseño obtiene una impresionante relación de planeo de 22:1, lo que permitiría a los pilotos volar sin usar el motor durante 200 km. Esto, dicen sus creadores, hace que el Celera sea entre 5 y 7 veces más barato que otros aviones de las mismas características.
La parte negativa de este diseño tan eficiente es que no se puede ampliar para convertirse en un gran avión de pasajeros comercial tipo Boeing 747 y capacidad para 400 o 500 viajeros. El diseño de flujo laminar de baja resistencia necesita una proporción de anchura-longitud que no se podría mantener en un avión mucho más grande. Sin embargo, la compañía ya piensa en ampliar el diseño para que pueda albergar hasta 19 pasajeros, algo que según ellos podría ser útil en muchos mercados.
Un avión que debería haber sido eléctrico
La enorme eficiencia de este diseño hace que muchos se pregunten por qué este avión no se ha construido directamente con un motor eléctrico. Otto ha respondido asociándose con ZeroAvia, una compañía con sedes en EEUU y el Reino Unido que está especializada en aviones eléctricos alimentados con baterías de hidrógeno. Juntos desarrollarán un sistema de propulsión eléctrico a base de hidrógenoespecialmente adaptado para el Celera.
“La mayoría de nuestros acuerdos comerciales hasta la fecha se han centrado en la readaptación y el montaje en línea de los fuselajes existentes, lo cual es esencial para comercializar los vuelos de emisiones cero lo antes posible”, afirma Val Miftakhov, fundador de ZeroAvia y director general de la compañía. “Sin embargo, el aumento de la eficiencia en el diseño de nuevos fuselajes puede ampliar el impacto de la aviación de emisiones cero. Nos complace colaborar con innovadores, como Otto Aviation, que aportan al mercado diseños de vanguardia, ya que podemos optimizar el sistema de propulsión de hidrógeno-eléctrico para esos diseños”.
Los siguientes pasos para el Celera serán confirmar que su prototipo se puede desarrollar comercialmente y para eso hace falta el apoyo de nuevos inversores. Además necesitará la aprobación de los reguladores y un sistema de producción que permita a la compañía fabricar estos aviones a gran escala. Si lo consiguen, esa eficiencia y rentabilidad de la que hablan se podría traducir, no solo en un tipo de avión totalmente nuevo, sino también en vuelos privados mucho más baratos y con cero emisiones.
Fuente: El Confidencial