Los fabricantes de automóviles están expandiendo sus tentáculos a otros negocios como el software y los servicios de movilidad. En el caso de Toyota, su marca para servicios de movilidad se llama KINTO y acaba de incorporar a su flota de car-sharing un integrante bastante especial: el Toyota Mirai de hidrógeno.
Los nuevos servicios de coche compartido suelen ir asociados -aunque no siempre- a vehículos menos contaminantes, principalmente eléctricos de batería y, en ocasiones, híbridos. Pocos o ninguno son de hidrógeno, pues su presencia en el mercado es poco más que testimonial, una tecnología que todavía necesita despegar.
Sin embargo, Toyota de la mano de KINTO quiere llevar al gran público los coches de hidrógeno y la pila de combustible. La marca nipona es una de las plenamente convencidas por el hidrógeno y su apuesta por esta tecnología forma parte de su estrategia por no cerrarse a nada. Para Toyota, el mundo es muy diverso y cada mercado tiene unas necesidades, razón por la cual siguen (y aparentemente seguirán) ofreciendo todo tipo de tecnologías.
En el caso de KINTO, una marca relativamente reciente que inició sus operaciones en Suecia hace un año y está presente en 10 países (entre ellos, España), la flota asciende a unos 1.000 coches en la actualidad, cubriendo casi todos los segmentos con modelos que van desde el Yaris Hybrid hasta el RAV4 Plug-in Hybrid, pasando por el Lexus UX 250h o la Toyota Proace. El último en llegar ha sido el Mirai de hidrógeno, en un movimiento rompedor, ya que se convertirá en una de las poquísimas plataformas de coche compartido a nivel mundial que ofrece un coche de hidrógeno en su flota.
Dicen desde la marca que KINTO Share «pretende democratizar la tecnología de pila de combustible y dar a todos sus clientes la oportunidad de experimentar el futuro de la movilidad con hidrógeno». Dos factores que, de manera privada e individual, son complicados de llevar a cabo dado el elevado coste de un coche de hidrógeno y la poca predisposición de los clientes para hacerse con uno, dada la escasa infraestructura de repostaje.
Eso sí, de momento lo harán solamente en Suecia. Los Mirai estarán disponibles en una nueva estación de KINTO situada en el Real Instituto de Tecnología KTH de Estocolmo, y como todos los demás vehículos de la plataforma, se pueden reservar a través de la aplicación KINTO-mobile. Dice Toyota que Suecia está todavía un poco por detrás de otros países europeos en lo que respecta a la infraestructura de repostaje de hidrógeno, lo que limita la utilización de esta tecnología, e introduciendo el Mirai ponen a disposición de sus clientes esta tecnología «independientemente de que la necesiten para un viaje de una hora o de tres meses» sin tener que desembolsar grandes sumas de dinero.
La segunda generación del Toyota Mirai se lanzó en Europa a principios de este año. Estrenó la última generación de pilas de combustible de Toyota, más ligeras, eficientes y más baratas. Esta segunda generación también rompió radicalmente con el diseño de su predecesor. Homologa 650 kilómetros de autonomía (WLTP), aunque en condiciones ideales ha llegado a superar los 1.000 kilómetros con un solo repostaje, batiendo el récord del mundo para un coche de hidrógeno.
Aunque KINTO está presente en España, como decíamos antes, la marca no ha dicho si añadirá el Mirai a su flota española.
Fuente: hibridosyelectricos.com