El hidrógeno verde es una de las principales apuestas de empresas como Iberdrola para hacer frente al reto de la transición energética.  

El hidrógeno verde está llamado a ser el combustible del futuro. Las esperanzas están puestas en este tipo de energía, tres veces más potente que la gasolina y 100% libre de emisiones. Dichas características son las que permitirán responder a las necesidades de electrificación y descarbonización de grandes sectores como la industria o el transporte pesado, que en la actualidad tienen un acceso más limitado a las fuentes renovables para obtener la energía necesaria.

Sin embargo, el proceso mediante el cual se obtiene el hidrógeno verde es aún costoso y difícil de producir a gran escala. Así, el reto que se plantea para los próximos años es hacer de esta energía una alternativa accesible, mejorando la eficiencia y competitividad de los procesos de producción.

Multitud de empresas e instituciones están en estos momentos invirtiendo en esta energía, desarrollando proyectos para hacer avanzar el combustible del futuro. Gracias a ello, según un informe de la consultora británica Rethink Energy, en el que se han analizado los datos de más de 20 países y 14 sectores diferentes, se prevé que esta tecnología será competitiva mucho antes de lo previsto: concretamente en 2024. También se estima en este estudio que, para esa fecha, habrá experimentado una bajada en el coste de más del 95% con respecto al precio que tenía en 2020.

La previsión de que el hidrógeno ganará competitividad antes de lo previsto “supondrá un revulsivo para las industrias que han seguido adelante con la descarbonización sin innovación. Las empresas que realizan ahora inversiones en hidrógeno verde dominarán el suministro”, afirma Harry Morgan, principal analista de Rethink Energy.

En este escenario, Iberdrola, al igual que hizo con las renovables hace más de dos décadas, se sitúa al frente del reto tecnológico que supone en estos momentos el desarrollo de nuevas fuentes de energía totalmente renovables. Para Millán García-Tola, director global de Hidrógeno Verde de Iberdrola, “estamos ante una de las soluciones más eficientes para ayudar a que los sectores industriales más contaminantes, en los que su electrificación no es posible, puedan transformar sus procesos y ser más sostenibles. Gracias a la colaboración con empresas pioneras y con visión de futuro, tenemos ante nosotros ejemplos tangibles de producción de hidrógeno verde que ya son una realidad”.

Con el objetivo de liderar este nuevo vector energético, la compañía centra sus esfuerzos -y proyectos- en dos ámbitos principales: el uso industrial y el transporte pesado. Para ello cuenta en estos momentos con una cartera de proyectos de hidrógeno verde muy amplia, que se prevé requerirá inversiones de más de 9.000 millones de euros.

En España y en el mundo

La energética española encabeza en estos momentos el desarrollo del nuevo combustible, con más de 60 proyectos en ocho países en los que opera la compañía. Algunos de los proyectos de hidrógeno verde más prometedores tendrán lugar en España. Además, se han presentado 54 de estos proyectos ante el programa Next Generation EU, que podrían alcanzar una producción de 1.100 toneladas de hidrógeno verde al año y que permitirían evitar emitir hasta 48.000 toneladas anuales de CO2. 

Uno de los más destacados es el proyecto desarrollado en Puertollano, Ciudad Real, donde Iberdrola ha instalado la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial de Europa. La planta utiliza electricidad procedente de fuentes 100% renovables para realizar el proceso de electrólisis necesario para la obtención del hidrógeno que, posteriormente, se destina a la producción de amoniaco y fertilizantes para la empresa Fertiberia, que podrá reducir así más de un 10% su necesidad de gas natural empleado para este proceso.

Además del proyecto en Puertollano también se están llevando a cabo otras iniciativas en Barcelona y Huelva, por el momento. En esta última se pondrá en marcha el clúster de hidrógeno verde ‘Puerta de Europa’, que se concentrará en el polo industrial de Huelva, en Palos de la Frontera, el mayor centro del país de producción, transformación y consumo de hidrógeno verde. El clúster cuenta ya con el apoyo de más de 80 empresas y se estima que se crearán unos 20.000 empleos entre directos e indirectos.

En el resto del mundo la compañía tiene previstos varios proyectos en esta línea, por ejemplo, en Reino Unido, donde está instalando la planta de hidrógeno verde más grande del país, que se espera entrará en operación en 2023. Por otro lado, en Brasil, el grupo está impulsando un proyecto en el estado de Pernambuco, al nordeste del país, para convertirlo en un futuro próximo en un centro de producción de hidrógeno verde. Se trata de una iniciativa de gran relevancia tanto para la compañía como para la región, por su estratégica ubicación en el puerto de Suape, puente con los mercados europeo y americano.

Una alternativa verde para los grandes sectores industriales

Además de para la producción industrial, el del transporte es otro de esos sectores aún difícilmente electrificables, especialmente el transporte pesado, por la falta de infraestructuras y tecnologías suficientemente potentes. Es por ello que Iberdrola tiene previstos más de 20 proyectos de hidrógeno en el ámbito de la movilidad, en el transporte urbano, logística y puertos.

Así, en nuestro país se ha puesto en operación la primera hidrogenera (de las 6 que hay en España) para uso público, que dará servicio a los autobuses de Barcelona y su área metropolitana durante los próximos diez años. Asimismo, Iberdrola desplegará varias plataformas logísticas destinadas a abastecer las flotas de transporte pesado por carretera, en importantes polos logísticos como Zaragoza, Murcia y la Comunidad Valenciana.

El hidrógeno verde también tendrá futuro en el sector ferroviario, por lo que Iberdrola y CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) colaborarán para impulsar soluciones de movilidad sostenible al sector.

El hidrógeno verde será uno de los grandes pilares en la transición energética y la descarbonización de la economía, reto al que ya contribuyen multitud de empresas como Iberdrola, a través del desarrollo de soluciones innovadoras y nuevas formas de producir energía verde y limpia.

Fuente: ElEspañol